Poca gente en la actualidad duda de la importancia de intervenir en los edificios de viviendas para llevar a cabo una rehabilitación energética, es decir, hacerlos más eficientes energéticamente. Cualquier comunidad percibe como una clara mejoría no tener que gastar recursos innecesariamente en mantener las viviendas en unas condiciones confortables de temperatura. Además, con el progresivo incremento de los costes de los suministros, una buena intervención en los edificios que ahorre consumos se amortiza fácilmente, más aún, teniendo en cuenta los planes de subvenciones que hay a disposición de las comunidades como por ejemplo el Plan Estatal de Vivienda.
En este escenario, son muchos los agentes económicos que se lanzan a la carrera para conseguir convencer a las comunidades de que rehabiliten sus edificios y les contraten, percibiendo esto como una oportunidad de negocio. El problema es que, bajo esta lógica, muchas veces se pierde la oportunidad de hacer rehabilitaciones más completas, que tengan en cuenta en primer lugar el mayor beneficio posible para las familias que habitan los edificios y en segundo lugar, que generen mejora urbana, medioambiental y social.
Desde ReBive, como cooperativa socia (o casi, estamos en proceso) de REAS (Red de Economía Solidaria) y del Mercado Social de Madrid, subscribiendo por completo la carta de principios que los fundamenta (principio de equidad, de la humanización del trabajo, de sostenibilidad ambiental, de cooperación, de fines no lucrativos, y de compromiso con el entorno) proponemos una serie de criterios de Rehabilitación y Reformas desde la Economía Social y Solidaria, concretados en nuestro decálogo para una rehabilitación completa e integral:
1. Priorizar las necesidades, bienestar y salud de las personas.
En muchas ocasiones el diseño de intervenciones de mejora en edificios poco tienen que ver con un satisfacer las necesidades de los usuarios que habitan esas viviendas y más con seguir haciendo rodar un círculo de producción industrial de poca calidad y mucho margen de beneficio.
Desde los proyectos de ReBive trabajamos por poner sobre le mesa todas las necesidades, incluso aquellas que puedan parecer ocultas, para mejorar la calidad de vida y el bienestar de los y las usuarias.
2. Beneficio social por encima del beneficio económico.
Frente a empresas de lucro sin fin, priorizamos trabajar con empresas cuyo fin no es el lucro, sino el trabajo digno y profesional bien hecho que da un servicio a sus clientes, pero también a la sociedad. Desde todo el equipo de ReBive asumimos una responsabilidad y compromiso por la transformación social, la plena inclusión y la regeneración de nuestro entorno.
3. Comunidades y redes de solidaridad y cooperación.
Frente a prácticas individualistas y competitivas, desde ReBive creemos que la mejor forma de abordar los grandes desafíos a los que se enfrente la sociedad es de forma colectiva. Pasa por apoyar la construcción de comunidades cohesionadas y redes de colaboración, apoyo mutuo y cooperación.
4. Organizaciones democráticas.
Frente a una excesiva jerarquización de las organizaciones, fomentamos la colaboración con entidades más democráticas como cooperativas, cuyo proceso de toma de decisiones es horizontal y donde existe equidad en su seno.
5. Organizaciones transparentes.
Frente al trabajo opaco de algunas empresas, con comisiones ocultas que suponen un perjuicio económico y de información a los clientes, optamos por entidades que funcionen con mecanismos de buenas prácticas.
6. Proveedores locales.
Frente a enormes empresas transnacionales, trabajamos tanto con empresas que residan y conozcan el contexto, como con materiales que puedan encontrarse en el ámbito de actuación.
7. Finanzas éticas.
Además de las cuentas de ReBive y la de nuestros socios como Microurbanía, que forman parte de la banca ética (Triodos y Fiare), promovemos la financiación ética de los proyectos de rehabilitación, regeneración y promoción de cooperativas de vivienda en los que trabajamos.
8. Compromiso medioambiental.
Frente a empresas que fomentan el uso de materiales contaminantes derivados del petróleo, apostamos por sistemas y proveedores que contribuyan a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo su ciclo de vida y que, por tanto, ayuden a combatir la crisis climática.