Contexto

El pasado Junio se aprobó definitivamente la nueva Ley de Calidad de Arquitectura. La redacción de la se ha enmarcado en un contexto muy propicio, en consonancia con importantes iniciativas europeas, como la New European Bauhaus, la Renovation Wave y la Declaración de Davos.

Además, la Ley se alinea con la Agenda Urbana Española, la Agenda 2030 y con las Agendas Urbanas internacionales, con su triple demanda de una mayor sostenibilidad social, económica y medioambiental.

Se trata, por tanto, de un instrumento legislativo que refuerza el papel ejemplarizante de la Administración pública, potenciando la planificación de la rehabilitación del parque público edificado. En esta misma línea, el anteproyecto de Ley recoge una serie de modificaciones a la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Públicos, encaminadas a mejorar la calidad de la arquitectura promovida por la Administración.

Actualmente, necesitamos una nueva cultura de circularidad y solidaridad, donde la arquitectura de calidad puede ayudar a hacer más con menos, especialmente cuando se trata de la optimización de los recursos naturales y de reducir el gasto de energía. Debe marcar la tendencia a rehabilitar, regenerar y renovar, frente a la historia reciente de nueva construcción.

La ley

La Ley de Calidad de la Arquitectura tiene como fin promover la cultura arquitectónica, así como proteger, fomentar y difundir la calidad de la arquitectura como bien de interés general, reconociendo su dimensión cultural, artística y profesional, como disciplina que incide transversalmente en múltiples aspectos de la sostenibilidad. Reflexionar y fomentar la concienciación en la importancia que tiene el entorno construido en nuestras vidas, cómo influye muy directamente en nuestra salud, y cómo tradicionalmente no se le ha prestado demasiada atención.

Ha sido aprobada con un consenso amplio, sin votos en contra ni en el congreso ni en el senado.  Esta iniciativa nace del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, concretamente desde la Dirección General de Arquitectura, que dirige Iñaki Carnicero.

Esta ley nace de la constatación de que durante mucho tiempo en el sector de la arquitectura y la construcción ha primado únicamente el beneficio económico, sin tener en cuenta lo importantes que son otros aspectos, como la calidad de las construcciones en nuestras ciudades, cómo estas deberían insertarse de manera respetuosa y coherente en el entorno, respetando el paisaje tanto natural como urbano, o la necesidad de poner en valor del patrimonio histórico y contemporáneo.

La vocación es conseguir que, entre otros aspectos:

La arquitectura se adapte al uso programado pero que sea flexible, para adaptarla a nuevos usos, facilitando la rehabilitación, y de esta forma alargar la vida útil de las construcciones.

  • Se promueva una arquitectura de calidad, basada en las condiciones y valores culturales del lugar donde se proyecta.
  • Se utilicen materiales bajo el principio de economía circular
  • Se plantee una arquitectura desde una óptica de eficiencia energética, teniendo en mente el ciclo de vida del edificio.
  • Fomente la inclusión social y participación ciudadana.

Se busca que llegue a ser una ley ejemplarizante, premiando las buenas prácticas, dándoles difusión, e influyendo en los pliegos de contratación con herramientas administrativas. Incluir puntos en la ley de contratos del sector público sería un paso important

Para ello, se creará el Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura, un órgano asesor que propondrá más cambios legales y redactará modelos de pliegos ejemplares, o responderá a las dudas de las administraciones competentes, en un plazo de 6 meses.

No se hace alusión a un baremo mínimo de honorarios, frecuentemente precarizados, aunque parece que la intención es publicar honorarios de referencia para las administraciones públicas.

Aspectos innovadores

En el contexto actual en que la rehabilitación del parque edificatorio de los países de la Unión Europea es uno de los grandes objetivos de los países miembros, esta ley tiene algunos aspectos innovadores, entre otros, que incide en el cómo se construye o rehabilita, poniendo en valor la calidad de la arquitectura. ¿Cómo rehabilitamos nuestras ciudades? ¿Cómo influyen esas actuaciones en el entorno, en nuestras vidas? El impacto que puede tener una rehabilitación a gran escala de los edificios existentes es algo importante sobre lo que reflexionar, de nuevo intentando poner el foco en la calidad, y no sólo en la cantidad.

El principio de calidad en la arquitectura (artículo 4 de la ley), exige el respeto a una serie de criterios, entre ellos:

  • La integración armoniosa en el tejido urbano y en el paisaje.
  • La belleza y la contribución a la creación y mantenimiento de un entorno con valores culturales reconocibles por la sociedad a la que va destinada, en el que las decisiones de diseño estén fundamentadas en las condiciones propias del lugar.

En los próximos meses se verán los avances que se vayan realizando desde Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura.